Un Extrano Suceso. 9

Pasaron unas semanas despues del incidente con mi hermano, Doro y yo asistiamos a clases y permaneciamos entretenidas con distintas cosas, como nuestros deberes, o cosas que harian unas chicas normales, casi sacamos todo el tema de lo paranormal de nuestras vidas hasta que un suceso esxtrano nos intrigo…
Era un domingo por la manana Doro aun no habia despertado, solia dormir hasta tarde los domingos, mi madre me encargo alimentar a los perros, ya que ella no podia por que estaba cocinando , asi que Sali al patio a llevarles la comida, debo recalcar que el patio de mi casa es enorme y los perros siempre andaban sueltos, me aproxime al area donde solian estar ellos pero no andaban por alli.
-DASHA!! , PANKY!! – Los llame una y otra vez pero no respondieron a mis llamados como solian hacer.
Empece a buscarlos por todas partes pero no los encontre, incluso se me llego a pasar por la cabeza la idea de que se hubieran caido a la piscina y se hubieran ahogado, pero eso era practicamente imposible ya que mis perros eran dos labradores y bien se sabe que los labradores son expertos en el nado, aun asi revise en la piscina por si a las dudas, pero no estaban alli, no habia rastro de los perros en ninguna parte.
-Mama no encuentro a los perros!! – No queria preocupar a mi madre, pero la situacion empezaba a alarmarme.
-Como que no los encuentras?
-No los encuentro, los e buscado por todos lados, pero no estan.
-No es posible – solto lo que estaba haciendo y salio al patio, al igual que yo lo hice empezo a llamar a los perros y a buscarlos pero no los encontro.
Asustadas de lo que pudiera haberles pasado llamamos a mi padre, que se encontraba trabajando en una presentacion en el estudio, asi los tres empezamos a buscar por todas partes, estuvimos alrededor de media hora recorriendo todo el sitio, hasta que…
-OIGAN VENGAN ACA!! – Grito mi padre – CREO QUE ESCUCHO ALGO!!
Mi madre y yo nos aproximamos a donde se encontraba mi padre, al lado de una vieja casita de madera, que habian construido el y estephano antes de que yo naciera. Mi padre estaba agachado con la oreja pegada a la puerta.
-Alexandra acercate y dime que escuchas - Hice caso, me agache junto a la puerta y escuche atentamente al igual que mi padre.
A lo lejos se escuchaba un ladrido de perros, sin duda eran Dasha y Panky.
-Son ellos – afirme
-Estas segura? – me pregunto mi madre
-Claro que si, reconosco los ladridos de mis perros – luego agregue – Ademas que otros perros podrian ser.
Mi padre intento abrir la cerradura pero despues de tantos anos sin que nadie entrara, estaba dura y oxidada, asi que empujo con mas fuerza hasta que por fin se abrio. Todo dentro de la casita estaba a oscuras, pero mis perros ladraban freneticamente, asi que no nos fue dificil encontrarlos, estaban amarrados al fondo de aquella casita, despues de soltarlos empazamos a discutir el tema de quien habia encerrado y amarrado a los perros, todos nos inculpabamos a los demas, incluso Doro empezo a formar parte del lio, ya que desperto por el escandalo, pero ninguno de nosotros habia sido, lo mas extrano del caso es que nadie podia haber entrado en esa casita, no tenia ventanas que pudieran haber rotos, si tenia algunos huecos pero eran muy pequenos, por ellos no entraba un perro, y mucho menos una persona, si alguien hubiera entrado por la puerta entonces no hubiera estado tan dura y oxidada como la encontramos, la gran interrogante era, “Quien lo hizo” y “Como lo hizo”, lo extrano no fue solo eso si no que tambien el comportamiento de mis perros empezo a cambiar despues del incidente, los veia correr y ladrar como si persiguieran algo, pero ese algo era invicible para mi y mi familia,los perros solian ser bastante mansos pero ahora los veia grunirle de manera aterradora a algo que estaba alli pero que yo no podia ver. Lo peor es que siguio sucediendo, muchas veces nos levantabamos y al salir encontrabamos a los perros, otra vez encerrados en la casita, como siempre mi padre le busco una explicacion logica al asunto según el “eran una banda de pillos, que buscaban asustar, o molestar a las familias, y para encerrar a los perros, quitaban una de las tablas entraban, luego la ponien en su lugar y se iban”, asi que para evitar que volviera a suceder, encadenamos a los perros por la noche era un poco cruel que dormirian con un candado en el cuello, pero era por su bien, pero increiblemente seguia pasando, los candados aparecian cerrados en el piso, y los perros encerrados y nerviosos en la vieja casita, por supuesto la explicacion de mi padre se estiro un poco “Ahora los pillos tenian una llave maestra”. A lo ultimo no sabiamos que hacer, los perros seguian con la conducta extranas de perseguir cosas que para nosotros eran invisibles “Mi padre decia que era un efecto secundario de el nerviosismo que les causaba estar encerrados” , y se nos ocurrio un plan, pondriamos unas alarmas diminutas en las cadenas de los perros, asi si alguien hacia cualquier tipo de contacto con el candado para soltar a los perros, se activaria una alarma en mi casa y nos despertaria. Pusimos el plan en marcha pero la alarma no sono en toda la noche… Sorprendentemente los perros volvieron a aparecer encerrados. No sabiamos que hacer mi padre no queria derribar la casita ya que le traia recuerdos de la infancia de Estephano, ademas yo temia que si lo hacia, quien sea, o lo que sea que estuviera encerrando a mis perros, siguiera haciendolo, pero se los llevara a otra parte y tal vez no los encontraramos. Hasta que un dia Dasha perseguia a ese algo invisible hasta que se acerco a la pared, no pudo detenerse y se estrello contra ella, se lastimo gravemente, el hocico le sangraba sin sesar, yo sabia lo que le pasaba y que no era su culpa asi que decidi que por su salud seria mejor que los regalaramos. Mi mama se los entrego a una amiga de confianza, fue dificil verlos partir pero sabia que estarian mejor en otra parte. Efectivamente asi fue, desde que Dasha y Panky se mudaron, se acabaron las conductas extranas y tampoco nadie volvio a encerrarlos o a hacerles algo nunca.
Mis padres pensaron que todo habia mejorado por sus propias conclusiones logicas, pero Doro y yo sabiamos lo que pasaba, y por que los perros se comportaban asi. Teniamos que volver a tomar cartas en el asunto…